sábado, 4 de junio de 2011

¿Cómo bañar a mi perro?

Siempre que hablamos del bañar al perro destacamos un concepto: la frecuencia de los baños tiene que ser muy baja. Hay que bañarlos lo menos posible. Si los cepillamos con frecuencia, podemos evitar muchos de estos baños, ya que retiramos pelos sueltos y polvo. Si usamos un cepillo adecuado y los acostumbramos desde chicos, esto puede ser visto más como un gesto de cariño que como una tortura de tironeo de pelo.
Es importante colocar un tapete de goma para que el perro no se resbale cuando lo bañamos. Si esto ocurre el perro estará incomodo y nervioso.
Por ningún motivo debemos colocar algodón en sus orejas. Si lo hacemos, cuando el algodón se moja trasmite toda esa humedad a sectores más profundos, lo que aumenta los problemas. Simplemente hay que evitar mojar las orejas, especialmente el conducto auditivo.
El secado con la toalla es clave. Podemos terminar con un secador de pelo, pero con temperatura baja y usando el que menos ruido genere.


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