miércoles, 6 de julio de 2011

¿Soy la madre de mi perro?

Tener una mascota hace aflorar los sentimientos y emociones más parecidas a los que provoca en una mujer la maternidad y en un hombre la paternidad.
Esto ha sido comprobado en muchísimos estudios sobre los beneficios que provoca al ser humano tener una mascota. La relación que tenemos con nuestro perro hace que nos sintamos “necesitados por alguien” cosa muy importante para prevenir depresiones o sensaciones de angustia en algunas etapas de la vida de un ser humano. Además, esta descrito que acariciar a un animal por un período de tiempo hace que nuestra respiración y ritmo cardíaco desciendan para alcanzar niveles muy saludables reduciendo significativamente el estrés.
Muchas veces, sobre todo las personas que no tienen niños, llegan a ver a su perro como su “hijo”.  Hablándole constantemente, por ejemplo,  práctica que no es para nada descabellada ya que aunque la mayoría de perros no entienden lo que decimos en su totalidad perciben muy bien los tonos diversos con los que el ser humano puede hablar y de esta manera se dan cuenta mejor que nadie de nuestro estado de ánimo. Recientes estudios señalan que los perros no solo escuchan atentamente, sino que observan la mirada y gestos de su dueño para poder interpretar que es lo que sucede, que es lo que seguirá y que se quiere que el haga. Fíjese que cuando pasea a su perro por la calle con correa, este va a voltear de cuando en cuando para observarlo y sobre todo miran la cara. Existen ocasiones en que por motivos de fuerza mayor los cachorros deben ser separados a muy temprana edad de sus madres siendo criados por personas quienes los sacan adelante, es en esta edad del cachorro en que se termina de definir su temperamento y se forman lazos muy fuertes a través de la imitación que el cachorro adopta conductas de su “madre”.  Muchos de los perros de hoy en día están tremendamente humanizados incluso inhibiendo el instinto al apareamiento tanto en machos como en hembras.
Hay otro estudio muy interesante donde se colocan distintos lobos frente a varios recipientes tapados uno de ellos contiene alimento, en todos los casos el lobo rápidamente usando el olfato corre directamente al recipiente correcto sin dudar un segundo. Se repite el experimento con perros y sus dueños a una distancia prudencial. En todos los casos el perro gira la cabeza, observa la mirada de aprobación de su dueño para luego salir corriendo hacia el recipiente correcto. En ninguno de los dos ensayos hay ruidos o señales de voz es simplemente el contacto visual lo que tanto necesita nuestro perro con el cual podemos mostrar aprobación o desaprobación.   Es increíble lo que la mente de un perro puede llegar a aprender pero en un  famoso estudio se logro  verificar que un perro que era puesto en una habitación separado de su dueño podía reconocer más de 200 objetos y tomarlos con el hocico solo escuchando el nombre de estos.
Dicen que los perros y los dueños se parecen y yo no puedo estar más de acuerdo. Diversos estudios sobre conducta animal rebelan la importancia de la crianza y el desarrollo del temperamento del perro. Dueños ansiosos: perros ansiosos. Dueños depresivos: perros depresivos. Y así podemos seguir enumerando la influencia que tiene la casa y la crianza en la forma de ser del perro adulto. Hay incluso perros que temen a otros perros ya que parecen sentirse más cómodos con otros seres humanos.
Yo creo que ningún extremo es bueno, que las cosas que se dan naturalmente se deben respetar ya que el mundo no es ni será nunca estático, estamos en constante cambio y evolución tanto el hombre como las demás especies. También creo firmemente en los innumerables beneficios que es capaz de brindar un perro a la vida de una persona. Soy defensor de los derechos de los animales. Y admiro inmensamente a las personas que de una u otra manera logran salvar la vida de un cachorro pequeño con todos los sacrificios que esto conlleva y terminan por darle un hogar lleno de amor a un perro que les estará eternamente agradecido.

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